Llegarán, con nítido sonido, las campanas de las iglesias de Totana, anunciando la buena nueva acaecida, llevando, sobre las nubes algodonadas, los acordes campaniles bien trenzados, a los hipersensibles, por celestiales, oídos, de aquell@s pioner@s en posar sus pies sobre las gradas terrenales, distribuidoras de voces, para, modulando sus gargantas, dar comienzo a la andadura de la Coral Santiago, en 1981, y que, en 2021, concluye una segunda conmemoración, y se le reconoce, se le nombra y se atestigua, por COPE TOTANA, otorgándole el título de TOTANERO DEL AÑO, por la significada celebración, de sus CUARENTA AÑOS aportando a la CIUDAD DE TOTANA, un toque sonoro, variado en su colorido, que está impregnado en sus calles y en sus plazas, en sus casas y en sus templos, en sus caminos, y en sus ramblas, en sus pinares, pentagramas musicales, con el ritmo tarareante de sus pasos, en el del discurrir de sus aguas y en el silbo de sus vientos, que jalonan cada una de las estancias habitadas en las que se desarrolla la vida cotidiana de esta ciudad, de este querido pueblo.
Y, cuando hago referencia a la hipersensibilidad celestial, queda claro que estoy recordando a l@s coralistas que se fueron antes de tiempo, para cantarle sones al Padre Eterno, entonando, allí mismo, las notas enlazadas de cientos de entrañables pasajes de zarzuelas, de boleros, de habaneras, de otros ritmos, de cantos sagrados en los recogidos templos, acompañados por las voces de las, angelicales, arpas que, en el cielo, siempre, están dispuestas para un precioso concierto.
Este título, que se le ha otorgado a la Coral, se nos ha otorgado a cada un@, de l@s que conformaron desde el principio hasta el último de l@s que ha desembarcado en este armonioso y acogedor puerto.
La cadena de metal precioso, que se une de principio hasta el final de la misma, comenzando y terminando en el sólido y perenne nexo de unión, tal y como es nuestro inefable director,
formada está de eslabones, que, sólidos, la harán llegar unida, hasta otras etapas dentro del acompasado e imparable tictac del reloj del tiempo.
Los que hemos podido palpar y disfrutar de la concesión de este título, somos conscientes de que un nombramiento concedido por institución mediática, es muchísimo más que un trozo de papel escrito, es más que una voz que al aire lo proclama, es la pincelada última de un cuadro y, el pintor, recompensado por lo conseguido, se aleja, para mirarlo desde más lejos, y, volviendo a él, y dándole el último toque, decir, como Miguel Angel dijo a su recién terminado Moisés: HABLA.
Así, nuestro director, CEFERINO, con un toque magistral de batuta en el atril, nos hará poner atención, para el comienzo de una nueva e ilusionada etapa, diciendo, CANTAD, hilvanando nuevas ilusiones con las experiencias vividas, y así conseguir un manto bordado en oro, para que, en este área musical de la vida, LA CORAL, seguir haciendo historia, para los anales de la propia de esta ciudad.
Un fuerte abrazo, con admiración, a los que, desde el principio están, a los que han estado y a los que nos hemos ido incorporando, en estos cuarenta años, agradeciendo a los que se han acordado de este grupo, el nombramiento rubricado.
Alfonso Gallego. Secretario Coral Santiago de Totana